LA FLAUTA DE PLATA Y OTROS CUENTOS (2005)

Nombre del ilustrador : Guiomar Mesa - Claudia Pérez
Año de publicación : 2005
Lugar de publicación : La Paz
Editorial : Editorial Gisbert y Cia. S.A.
Colección : ---
Número de edición : Segunda edición
Número de páginas : 84
ISBN : 978-99954-862-3-5
Depósito Legal : 4-1-259-13
Premios y distinciones :
Varios cuentos del libro están en antologías de Bolivia y otros países.

2000 “El cinturón del Achane”. Un cuento sobre el pueblo indígena de los Baure publicado en la antología del cuento oriental Cuentos a la sombra del Tajibo. Ed. Santillana, 2000.

2005 “Cosas de la Edad Media”. Obra de teatro corta contemporánea en "Teatro en la escuela. Instrumento para el maestro". Luis Cabrera Delgado. Olmu Ediciones. Santiago, Chile.

2005 “Cosas de la Edad Media”. Obra de teatro corta contemporánea en "Literatura Infantil. Apuntes y reflexiones". Sylvia Puentes de Oyenard. Rumbo Editorial. Montevideo, Uruguay.

2010 “Cosas de la Edad Media” en "Dicen que en mi pais…" Recop. Gigia Talarico. Grupo Editorial La Hoguera. Santa Cruz, Bolivia.

2003 y 2009 “El cuarto oscuro” en "El cuento y los Cuentacuentos". Sylvia Puentes de Oyenard. A.U.L.I. Montevideo, Uruguay.

2009 “El cuarto oscuro” en "Todos los caminos del agua". Recop. Leonor Bravo V. Ed. Manthra Editores. Quito, Ecuador.

2009 “La flauta de plata” en "Todos los caminos del viento". Rec0p. Leonor Bravo V. Ed. Manthra Editores. Quito, Ecuador.

2014 “El cuarto oscuro” en "Antología crítica de la literatura infantil sudamericana”, de las autoras Cecilia Rubio y Ximena Troncoso, a publicarse bajo los sellos editoriales Universidad de Concepción y Universidad Católica del Maule, Chile.

CUENTO. Una obra con seis cuentos; dos de ellos pertenecen a los pueblos indígenas Baure y Chipaya. Los otros cuatro son contemporáneos.

“LA FLAUTA DE PLATA Y OTROS CUENTOS”

Isabel Mesa es una seria investigadora de nuestra cultura con la habilidad indiscutible de entregar a los niños los objetos encontrados en la historia y en la cultura bolivianas, de manera mágica y trascendente. A través de su mirada, es posible recuperar el valor de lo nuestro desde todos sus ángulos y superficies.

La flauta de plata y otros cuentos es un libro compuesto por seis cuentos ilustrados por las artistas Guiomar Mesa y Claudia Pérez; dos de ellos “El Cinturón de Achane” y “La Flauta de Plata” basados en la investigación de los mitos y leyendas de nuestros pueblos originarios; los tres siguientes, “El cuarto oscuro”, “La rebelión de los cuentos” y “El Tren de la noche”, de otro género, ya no basado en lo cultural, sino mas bien en lo psicológico, en la subjetividad de los niños. Son cuentos que recuperan más bien al niño citadino, ese que también es boliviano. Y “Cosas de la Edad Media” es una pequeña obra de teatro que rescata el papel de la mujer en la sociedad actual.

La flauta de plata es un cuento basado en la cultura chipaya, los habitantes más antiguos de sudamérica. En este cuento son protagonistas los dioses y espíritus de esta comunidad: los espíritus protectores, el espíritu maligno, los vientos del Este y del Oeste, los Samiris que son duendes del lago Poopó y el Sereno que afina los instrumentos musicales. Un día el Sol desaparece de la Tierra y los espíritus protectores del pueblo descubren que el espíritu del mal lo ha capturado y encerrado en una viejo baúl. Para abrirlo es necesario encontrar una flauta de plata que les pertenece a los duendes del lago. La historia es la aventura de una niña que intenta rescatar la flauta de plata.

El cinturón de Achane es un cuento de la selva amazónica, donde un misionero jesuita llega para evangelizar a los indígenas. Como el pueblo era lleno de supersticiones, el jesuita siempre tenía una explicación científica para todas las creencias. Sin embargo, un día los indígenas descubren que el cinturón del espíritu Achane había salido del agua y le piden al jesuita que les explique qué era y cómo devolvérselo. El padre Francisco, que así se llama el jesuita, no pudo encontrar ninguna explicación al respecto.

El cuarto oscuro es un cuento que muestra los miedos de los niños a la oscuridad. La madre de Juan Pablo le pide que le traiga unas hojas de papel para la impresora, Juan Pablo no quiere entrar al cuarto de trabajo de su padre, donde estaban las hojas, porque ya es de noche y le da miedo. El cuento trata de las estrategias que utiliza para lograrlo.

La rebelión de los cuentos es la historia de lo que ocurre en una biblioteca cuando la bibliotecaria no está. Los personajes de los cuentos de hadas quieren evitar su extinción y se rebelan contra los personajes de los videojuegos.

El tren de la noche es un cuento basado en un terremoto. Un niño de seis años se queda al cuidado de Francisca una noche en la que sus padres tienen un compromiso. Durante la noche ocurre un gran terremoto que el niño siente como si un tren estuviese ingresando en su habitación.

Cosas de la Edad Media es una obra de teatro en la que una bruja de cuentos llega a un taller de reparaciones para ver si pueden arreglarle la varita mágica. A través de la conversación con la dueña del taller y su ayudante, la bruja comprende que la mujer en la sociedad actual cumple un rol muy distinto al que tenía en la Edad Media.

De esta manera, Isabel Mesa, una escritora de literatura infantil contemporánea, nos regala a niños y grandes este libro de cuentos que no deberían faltar ni en el estante de literatura infantil que todo niño debería tener como parte de sus juguetes, ni en el de todo maestro de primaria que sirva de puente entre la escritora, su obra y los destinatarios. Los invito pues a disfrutar con él.

Rosalba Guzmán

Fragmentos

LA REBELIÓN DE LOS CUENTOS

Había una vez una enorme y moderna biblioteca que tenía una gran cantidad de libros, todos perfectamente ordenados y clasificados; pero además, tenía un amplio espacio donde los niños podían ver videos y jugar con computadoras.

Una noche, después de que la bibliotecaria apagara la luz y cerrara la puerta, en el rincón de los cuentos se escuchó un tremendo bullicio. Los libros habían caído de sus repisas y varias sombras se despegaban de las páginas protestando y vociferando sobre la terrible situación de los cuentos de hadas. El problema era grave. Los niños preferían estar horas frente a un televisor o apretando los botones de los juegos computarizados a leer un cuento. ¿Sería que los personajes tecnológicos eran mejores y más poderosos que los personajes de los cuentos? ¿Estarían los cuentos en peligro de extinción?
    
    
–Tenemos que hacer algo –dijo la Bruja de Blancanieves.

–No podemos quedarnos de brazos cruzados esperando que los cuentos desaparezcan –exclamó Pulgarcito asomando su cuerpo por el borde de la bota de las siete leguas.

–Sugiero una huelga de hambre –propuso nada menos que el Lobo Feroz.

Toda la noche, los personajes de los cuentos discutieron sobre una posible solución para evitar su extinción, hasta que finalmente decidieron declarar la guerra a los personajes de la tecnología. Y, sin perder más tiempo, todos se prepararon para el ataque.

Al día siguiente, cuando la biblioteca quedó en penumbras, un escuadrón de valientes personajes se acercó sigilosamente a la zona de los videos y las computadoras para iniciar la batalla. Toques de varitas mágicas, rocas lanzadas por ogros, zarpazos de lobos feroces, trucos de magos y pociones envenenadas salían como proyectiles hacia el enemigo. La respuesta no se dejó esperar. Los superhéroes salieron de las pantallas activando sus súper poderes. Mario Bros esquivaba los proyectiles con pequeños saltos y de vez en cuando echaba mano de sus vidas,  mientras que Roberto Carlos lanzaba disparos imparables de media distancia. Zelda hacía picadillo con su espada las piedras que llegaban y las Barbies defendían los controles vaciando pegajoso esmalte de uñas sobre sus oponentes. La lucha duró toda la noche sin que ningún grupo resultara vencedor. Regados por el suelo estaban los adoloridos cuerpos de brujas y magos, de superhéroes y súper poderosas que a rastras y cojeando volvieron a sus bases con el amanecer. Pero, antes de que el Hada Madrina de Cenicienta, toda maltrecha, intentara introducirse dentro de una página de su cuento, Link se le acercó apoyado en un bastón y le dijo:

–Que sean los niños los que juzguen. Esta pelea no tiene sentido.

Cuando llegó la encargada a la biblioteca no podía creer lo que veían sus ojos. Los teclados de las computadoras colgaban de las mesas, los controles estaban fuera de su lugar, varios libros yacían sobre la alfombra, e incluso algunas páginas sueltas deambulaban por ahí. “¿Será que un ventarrón puso la biblioteca de cabeza?”, pensó mientras ponía todo nuevamente en su lugar.

Como ambos bandos estuvieron de acuerdo con la propuesta de Link, los personajes esperaron ansiosos la llegada de los primeros niños a la biblioteca. A media mañana, tres niños se sentaron a leer cuentos, otros comenzaron a ver un video y algunos iniciaron los juegos computarizados. Entonces algo extraño sucedió. Los personajes de los cuentos de hadas se desprendieron nuevamente de sus páginas, pero esta vez su tamaño era descomunal. El príncipe de la Bella Durmiente medía tres metros de alto; era muy, pero muy valiente, y muy, pero muy guapo. El Gato con Botas era cuatro veces más grande que cualquier tigre de bengala; hablaba muy, pero muy bien, y era muy, pero muy inteligente. Y la Sirenita tenía el largo de una ballena; era muy, pero muy hermosa y estaba muy pero muy enamorada. Sin embargo, los personajes de la tecnología, que esperaban que les ocurriera lo mismo se quedaron tal cual, tal como habían sido diseñados para la pantalla. Entonces sintieron pánico al ver que los personajes de los cuentos, envueltos en una tenue nube de humo encima de las cabezas de los tres niños lectores, avanzaban hacia ellos implacables.

Cuando el Príncipe, el Gato y la Sirenita iban a ingresar por las pantallas, los tres niños lectores cerraron sus libros, la nube de humo desapareció y los inmensos personajes volvieron a sus páginas en un santiamén. Los superhéroes miraban boquiabiertos, sin atinar a nada ni entender lo que había sucedido, pues no estaban programados ni habían sido creados para comprender el maravilloso poder de la imaginación.

Pinocho, el Sastrecillo Valiente, la Caperucita Roja y los demás personajes de los cuentos de hadas volvieron aliviados a sus páginas, cada quien con su cada cual, y se acomodaron lo mejor posible, pues sabían que aún tenían que contar su cuento unas cien mil veces más.


Isabel Mesa
2005

 

 

Ilustraciones