TRAPIZONDA: UN VIDEO JUEGO PARA LEER (Michel Zelada Cabrera)

Matutino "Los Tiempos" de Cochabamba 8 Junio, 2006

1. ¿Cuál es el argumento de su nueva novela?

Mateo (un niño de 11 años) y el paleontólogo italiano Giuseppe Santalucca han quedado atrapados dentro de un video juego. Los compañeros de Mateo, Rebeca y Sebastián, colaborados por Pietro, colega de Santalucca, no pueden ayudarlos a salir a menos que jueguen la aventura con las reglas que les propone el video juego.  A partir de ese momento estos cinco personajes viven una extraordinaria aventura en el cretácico superior, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra, y enfrentan a los gigantescos reptiles que pasearon por Bolivia y otros países de Sudamérica hace 65 millones de años. El video juego les da los poderes para desafiar a los dinosaurios mientras intentan descifrar la clave para lograr su libertad.

2. ¿Cómo surgió la idea de hablar de los dinosaurios en su obra?

La visita a las huellas de los dinosaurios en Sucre con un grupo de estudiantes, hace unos 6 años atrás, me cuestionó sobre el tipo de dinosaurios que habrían pasado por alli. Me quedé con ese pensamiento y contacté al Dr. Ramiro Suárez, el Dr. Mario Suárez y Ricardo Céspedes, especialistas en el tema, y ellos me hicieron llegar toda la documentación sobre los descubrimientos paleontológicos en Bolivia y el norte argentino. Después de estudiar el material, me di cuenta de que los dinosaurios que pasaron por Bolivia y Sudamérica eran propios de este continente y que eran distintos a los que habíamos visto en "Jurassic Park" o los que pasaron por Norte América y Europa. Me pareció interesante que nuestros niños y niñas pudieran conocer estas "novedades paleontológicas" que la mayoría de los bolivianos desconocemos. El tema dinosaurios es fascinante a esa edad y creo que las huellas de dinosaurios de Sucre, los huesos hallados en Santa Cruz, los fósiles de Cochabamba y el paseo de los dinosaurios por el Parque Nacional de Toro Toro en Potosí son patrimonio boliviano y con mérito propio como para que nuestros niños conozcan su importancia para protegerlo.

3. Con relacion a sus anteriores novelas, Trapizonda mantiene una relación de continuidad o más bien de ruptura.

La relación con mis otros libros está en mantener la línea de dar a conocer parte de nuestro patrimonio cultural; por qué éste es importante, por qué la necesidad de protegerlo y crear la conciencia de que al conocerlo los chicos se empapan de parte de la historia de Bolivia para de ese modo asumir una identidad. Tal vez exista una ruptura, también, al utilizar la idea de un video juego para seguir la trama de la aventura. Esta idea rompe con los esquemas de cualquier otro libro de literatura infantil.

4. En cuanto a los lectores, ¿cree que hay una tradición de lectura en los ninos y adolescentes para recibir sus novelas?

No lo llamaría tradición, pero creo que mi literatura gusta. Creo que gran parte del éxito ha sido la temática. La literatura que yo hago tiene un contenido histórico, rescata el patrimonio cultural y además busca que el niño y el adolescente asuman una identidad respecto al país. Es mucho más fácil estudiar a los ángeles de Calamarca (La pluma de Miguel), a las portadas barrocas (La portada mágica), a los dioses andinos y orientales (El espejo de los sueños) y a la civilización incaica (La Turquesa y el Sol) a través de una novela divertida, con aventura, suspenso y ciertos desafíos literarios e ilustrada que a través de un libro de texto escolar. con aventura, suspenso, con ciertos desafíos literarios e ilustrada. He recibido muy buenos comentarios de los mismos niños y adolescentes después de las lecturas. Generalmente, cuando un autor te gusta, terminas comprando dos o tres de sus libros. Creo que eso es lo que ha pasado con mi obra.

5. En general, ¿que opina de la literatura que  en Bolivia se está produciendo para los ninos y adolescentes?

La literatura infantil se ve de una manera despectiva porque se la juzga bajo los mismos parámetros que a la literatura de adultos, siendo dos cosas totalmente distintas. La literatura infantil tiene un campo literario específico y precisa de distintos elementos que la literatura de adultos. Mientras un adulto puede leer sobre cualquier tema por gusto, la literatura infantil y juvenil tiene que actualizarse sobre los intereses de  niños y jóvenes para lograr una lectura por placer. Lo que sí es un hecho, es que ambas literaturas requieren del mismo trabajo y esfuerzo. La literatura infantil es valiosa en sí misma y es el puente indispensable para la formación de los adultos lectores. Además, la literatura para niños es la que en muchos casos ha estimulado a los autores de libros para adultos, quienes hoy escriben recordando la infancia, sus experiencias y, sobre todo, las primera fantasías.

La literatura infantil ha heredado de épocas pasadas el afán educativo y moralista de ese momento. A través de sus cuentos, los autores les decían a los niños cómo debería ser su comportamiento dentro de la sociedad. Bolivia, lamentablemente, ha estancado su literatura y ha continuado esta línea, con algunas excepciones que han logrado una literatura infanto-juvenil que busca permanentemente los intereses actuales del destinatario. Ahora, si hablamos de literatura exclusivamente juvenil, ésta casi no existe en Bolivia. La producción literaria llega, con suerte, hasta los doce años.

Por otro lado, si no hay un incentivo a los autores de literatura infantil juvenil, la perspectiva hacia el futuro es negra. Son pocas las editoriales en Bolivia interesadas en la literatura infantil. Están Santillana, Hoguera y Editorial Norma, entre las que conozco, cada una con no más de tres autores. Bolivia es el país con menor producción de literatura para niños en Sudamérica y esa situación hay que revertirla. No existen concursos que se realicen cada año, por ejemplo, entonces no hay un incentivo al autor. Justamente para fines de junio estamos organizando un Congreso de Literatura Infantil, sobre todo para maestros, donde van a estar presentes autores extranjeros y nacionales. El objetivo principal es que los maestros conozcan de cerca a los autores nacionales y su producción, intercambien ideas y así poder llevar al aula sus obras.

El género más explotado en la literatura infantil boliviana es el cuento (Oscar Alfaro, Velia Calvimontes, Gladys Dávalos, Manuel Vargas, Gigia Talarico, Giancarla de Quiroga, Verónica Linares). En novela existen menos autores (Rosalba Guzmán, Gaby Vallejo). En cuanto a mitos, leyendas y tradiciones (Antonio Paredes Candia, Liliana de la Quintana). En Poesía (Oscar Alfaro, Hugo Molina Viaña, Gladys Dávalos, Yolanda Bedregal) Lo que menos se ha escrito en Bolivia es teatro para niños (Antonio Paredes Candia, Díaz Villamil, Rosa Fernández). Seguramente he omitido a muchos autores que no están en este momento en mi mente.

6. El heccho de combinar en su novela elementos tecnológicos como los videojuegos, ¿de que manera atrae a los ninos hacia la lectura de su libro?

Uno de los problemas de la literatura infantil actual es el intento de sus autores por acomodarse al mundo de hoy. El Internet, la televisión, el cine y los video juegos han tomado el lugar de los libros. Los maestros, padres y autores nos quejamos de que los niños de hoy “ya no leen” porque prefieren introducirse en el mundo de la tecnología. Al mismo tiempo tememos de que interioricen contravalores como la violencia, el sexismo o el racismo. Sin embargo, es a través del mundo de la cibernética y de la imagen que los niños aprenden habilidades que son parte de una formación actualizada. La estimulación de la superación personal y la capacidad para enfrentar retos, por ejemplo, la reflexión a partir del error, la coordinación viso-manual son algunas de las habilidades que un niño adquiere a partir de la interacción con un video juego. Por demás está recordar las habilidades que un niño aprende a través de la lectura. ¿No será lo ideal combinar ambas cosas? Esa es exactamente la propuesta de “Trapizonda”.

La idea de Trapizonda es unir dos temas cronológicamente antagónicos, ambos del gusto de los niños: dinosaurios y video juegos. La idea de que el protagonista es atrapado por un video juego y que para salvarlo no queda otra que jugar, es atractivo para un niño que vive varias horas al día frente a la pantalla de un televisor porque va a entrar al mundo del cretácico con las estrategias propias que utilizaría en un juego del siglo XXI.

Además, es importante recalcar que los asesores de esta obra en cuanto a los términos y manejo de la tecnología han sido niños y jóvenes fanáticos de los video juegos. Me refiero a mis hijos y a mis sobrinos. Sin su ayuda, seguramente hubiera incurrido en errores garrafales en cuanto al manejo de los mandos y la consola, materia en la que debo confesar que soy (o era) una ignorante.