ANGELES MADE IN BOLIVIA (Alcides Parejas Moreno)
Matutino "La Razón" 1 Noviembre, 1998
ANGELES MADE IN BOLIVIA
(sobre el libro: “La pluma de Miguel: una aventura en los Andes
de Isabel Mesa de Inchauste)
Las cuatro religiones monoteístas más importantes de la historia de la humanidad (judaísmo, zoroatrismo, cristianismo e islamismo) comparten el enfoque de un universo tripartito, es decir, creen que el cosmos se divide en cielo, tierra e infierno, y que cada una de estas partes está habitada por ángeles, humanos y demonios. En la tradición cristiana con el fin de revelar el objetivo y destino de la especie humana, la palabra de Dios es transmitida por los ángeles (mensajeros celestiales), cuya función primordial es alabar y servir al Todopoderoso y cumplir su voluntad. Hasta el nacimiento de la ciencia moderna, en los siglos XVI y XVII, se creía en el mundo occidental que eran los ángeles quienes movían las estrellas y los elementos; así, por ejemplo, la gravedad no era una ley de la naturaleza, sino una inteligencia angélica activa.
De acuerdo a las religiones monoteístas antes mencionadas, especialmente la cristiana, el mundo celestial es tremendamente complicado. Siguiendo la corriente más común y ortodoxa del cristianismo existen nueve órdenes celestiales girando en órbita alrededor del trono de Dios, que están agrupadas en tres triadas: la superior, que incluye a serafines, querubines y tronos; la intermedia, con las dominaciones, virtudes y potestades; y la inferior, con los principados, arcángeles y ángeles. En el siglo XIV se decía que existían 301.655.722 integrantes de la hueste celestial revoloteando las fronteras de nuestro paraíso temporal a los que hay que añadir los ángeles caídos y demonios. Un buen número de los ángeles y demonios tienen funciones muy específicas –tanto en el mundo celestial como en el humano– y son nombrados e invocados en muchas situaciones.
Cuando recibí la invitación de Isabel Mesa de Inchauste para hacer la presentación de su libro me sentí feliz y halagado. A los pocos días tenía la novela en mis manos e inmediatamente leí la contratapa y me enteré del tema: una novela de ángeles en el área andina –concretamente en Bolivia– donde se presenta la eterna lucha entre el bien y el mal. Debo confesar que mi primera reacción fue de temor y desconfianza. ¿Cómo se le ocurre a Isabel meterse en un tema tan complejo como es el mundo de los ángeles? –¡una especie en peligro de extinción en este mundo materialista y light de fin de siglo– y en el que además se plantea –qué audaz, pensé– la eterna lucha entre el bien y mal! Me preparé para leer un buen tostón y encima con deliciosos ribetes moralistas.
Terminé de leer “La pluma de Miguel: una aventura en los andes” el 29 de septiembre, fiesta de los arcángeles Gabriel y Rafael: en verdad una feliz coincidencia. Inmediatamente di la novela a mi hijo Felipe, un adolescente de 13 años, que me la devolvió en pocos días y me dijo: “¡Está buenanga!”. Realmente la novela de Isabel Mesa está “buenanga”. Con un profundo conocimiento del tema –que le fue llegando poco a poco a través de las enseñanzas (“sin querer queriendo”) de Pepe y Teresa, sus padres, y luego con una bibliografía especializada– Isabel ha tenido la magnífica ocurrencia de plantear una aventura por demás divertida e ingeniosa en un medio que conoce muy bien: el área andina. Este es uno de los grandes aciertos de la autora, andinizar la historia, es decir mestizarla.
La trama me pareción ingeniosa y audaz: ante un descuido de los guardianes del cielo la conciencia humana ha sido robada por los demonios; Dios encarga a sus arcángeles, al mando de Miguel, que la recuperen; el preciado tesoro ha sido escondido en la Audiencia de Charcas, la época es el siglo XVII; para lograr su objetivo los arcángeles adoptan forma humana y los trajes de época, a la manera de los ángeles de Calamarca.
Isabel Mesa usa un estilo sencillo y directo –tal vez por eso mismo elegante– que facilita en gran medida la comprensión del complejo mundo celestial así como la lucha entre ángeles y demonios. ¿Por qué crees que es “buenanga” la novela que has leído?, pregunté a mis hijo Felipe. Su respuesta no se hizo esperar: “¡Porque es como la guerra de las galaxias con ángeles!”.
Isabel Mesa de Inchauste es pedagoga. fue pensando en niños y adolescentes que escribió esta novela, que ha sido ganadora e un importante premio internacional: el premio Andino ENKA de Colombia. También pensando en niños y adolescentes Guiomar Mesa, hermana de la autora, ha hecho las bellas ilustraciones que ayudan a hacer volar la imaginación.
Hacer esta presentación tiene un significado muy especial para mí, pues me unen lazos de amistad muy especiales con la familia Mesa Gisbert. Conocí a Isabel cuando era pequeña y acompañaba a sus padres en los frecuentes viajes que estos hacían por la geografía andina de Bolvia y Perú persiguiendo a un pintor, a un arquitecto, una fecha, una sirena, de la historia del arte colonial de la audiencia de Charcas. Es por eso que este hermoso éxito de Isabel en cierta forma lo siento como propio y me alegra profundamente.
Alcides Parejas Moreno
Santa Cruz, 21 de octubre de 1998